Bang Bros – Robbin Banx – Tómate un descanso y fóllame.
Robbin Banx esperaba con ansias la llegada de su esposo para una cita sensual. Él la llamó para decirle que tenía que quedarse en el trabajo, pero ella no se inmutó al ver a su hijastro. porno xnxx Ella ve lo que trama, pero lo convence de ir a la habitación y masajearle el cuello. Estaba tan cachonda que quería que le masajeara las tetas. Esos grandes melones necesitan un poco de cariño. Una vez que la cosa se pone caliente, dirige su mano a su estrecho coñito y, ¡vaya!, Enzo estaba excitado. Después de echarle un poco de aceite en el culo, tuvo que quitarle los pantalones. Le hace una mamada, abre las nalgas mientras él le folla el coño, y sus grandes tetas no paran de rebotar cuanto más fuerte se lo mete. ¡Qué madrastra tan buena!
Miré a Mary y ella estaba de la mano de Jodie, llorando. Metí un dedo en la cintura y tiré de ellos hacia abajo. "Hay de sobra", respondí. "Siéntate en mi polla, cariño".
—Toma mi mano, mami —suplicó Jodie—. ¡Por favor!
Mary observó paralizada cómo Jodie bajaba su hermoso y perfecto coño sobre mi pene erecto. Era tan suave como el terciopelo, cálido y húmedo como cualquiera podría desear. "¡John, díselo!", gritó Mary. "¡John, díselo!", gritó Mary. "¡John, para!", suplicó Mary. "Si no paras, nos vamos".
"Puedes irte", respondí. "Jodie se puede quedar", dije mientras me abría la bragueta y soltaba mi polla. "Papá, me estás asustando", protestó Jodie mientras la abrazaba y comenzaba a meterle el pulgar en el coño. Miré a Mary y ella estaba de la mano de Jodie llorando. "Hay de sobra", respondí. "Siéntate en mi polla, cariño".
—Toma mi mano, mami —suplicó Jodie—. ¡Por favor!
Mary observó paralizada cómo Jodie bajaba su hermoso y perfecto coño sobre mi polla erecta. Era tan suave como el terciopelo, cálido y húmedo como cualquiera podría desear. "Pero necesito correrme, mami", explicó Jodie. "¿Será mejor follar donde estoy calentito y seguro?"
—¡Pero es mi hombre! —protestó Mary—. No soy tu papi —le recordé—. Puedo follarte aquí mismo, señorita, tú decides, no hace falta salir al frío y a la lluvia para tener sexo.
“No, papá”, dijo ella, “pero papá”, agregó, “eso se siente muy, muy bien”.
“Lo sé cariño, y cuando te resbalas
