(Alex Legend, Abella Danger) – Aquí Batter Batter – Reality Kings No pudo. Su voluntad vaciló, pero nunca falló. Los herejes creyeron que era una misionera capturada, una Hermana descartada, expulsada por la Eclesiarquía. Sus manos se aferraron a sus rodillas. No es glorioso. El poder regresó con un zumbido bajo y reverente. Pero es sagrado. Nunca habló de lo que soportó. Los herejes creyeron que era una misionera capturada, una Hermana descartada, expulsada por la Eclesiarquía. La golpearon. Después de largos e infernales momentos, el peso se liberó. Un ojo estaba hinchado y cerrado. Su visión nadaba. Él solo la miró, realmente la miró, y entendió lo que había hecho. Cuando comienza.
Roxy la tomó entre los dientes y se tumbó. La golpearon. Caelen atrapó la cápsula, acunándola como una reliquia. Cada movimiento le traía nuevas oleadas de agonía. Su cuerpo ya estaba tenso. Le temblaban las piernas. Y entonces comenzó el fuego del bólter. Todavía sellada.
No dijo nada. Tras largos e infernales instantes, el peso se liberó. «Puede que te rompa».
Roxy, pálida y decidida, asintió. «Cuando empieza».
Roxy lo mordió y se acostó. En lo que se había convertido. Nunca habló de lo que había soportado. Las alarmas empezaron a sonar por todo el recinto. Las alarmas empezaron a sonar por todo el recinto. «Nos oirán».
No había tiempo. El dolor era indescriptible. En la lúgubre oscuridad del 41.º milenio, donde la guerra consume sistemas enteros y la fe suele ser la única armadura que queda, hay almas que encarnan las verdades más desgarradoras del Imperio. Cuando comienza.
Roxy lo tomó entre sus dientes y se acostó.