Caseta de perro – katie kush – anal adolescente 3 – póntelo en su botín.
“Aunque supongo que deberíamos preguntarte qué opinas sobre la idea, ¿eh?”
"Bueno...", sonreí. Seguimos besándonos hasta que Tammi terminó entre sus muslos, regalándole un orgasmo más suave, lento y lánguido que cualquiera que hubiera tenido conmigo. Iba a hacerlos míos, a los dos, para siempre... Como dijiste, nunca lo habías hecho antes. La embestí fuerte y rápido, dándole todo lo que tenía, deseando que su orgasmo fuera tan intenso y largo como pudiera. Pero seguí abrazándola fuerte mientras ocurría, acariciando su pecho, murmurándole lo sexy que era, lo mucho que me encantaba verla correrse. Era solo una fracción de pulgada a la vez, pero estaba funcionando. "¡Peeeete!", gritó mi nombre y empezó a agitarse, con los ojos abiertos y aterrorizada, ¡el orgasmo la había sorprendido de la nada, desencadenado sin previo aviso por la repentina comprensión de que en realidad lo estaba recibiendo todo! Ella jadeó y se retorció, no preparada para la renovada atención, pero Kristy no aceptaba un no por respuesta. "¡Dile a papá lo que quieres!"
—¡Quiero que te corras dentro de mí, papi! —gimió Kristy, meneándose sobre mi polla; el movimiento dentro de ella la hacía gemir aún más que a mí—. Te prometo que te acabaré con mi boca si lo haces.
—Lo prometo —asentí con seriedad—. ¡Ten cuidado! —me advirtió—. Podríamos estar en peor compañía —le sonreí para tranquilizarla y le di un abrazo bajo el brazo.
