Xvideos rojo – daisy fox, miss raquel – jugando con su hermanastra.
"Bueno, ya que te corriste, es justo que yo también lo haga. La observó bajar la ropa hasta el escalón del porche. "Ahora, las pesas". Tomó las seis pesas restantes y caminó hacia su cabeza. Esperó el cronómetro; ella parecía estar totalmente desaparecida de él. Sintió que desataba cada tobillo y tiraba de las esposas para juntar sus piernas. Se sentía tan bien, ardiente, sexy, deseaba, amaba, que finalmente él había tomado el control, usándola como necesitaba ser usada. Empezó a gemir de dolor cuando él apretó los tornillos dos vueltas completas. Se quedó de lado contra el chorro de la ducha. "Ahora gíralo para que las bolas presionen tu clítoris y baja los labios de tu vagina sobre el extremo del consolador. Observó cómo él enrollaba la cuerda firmemente alrededor de la base de su pecho y luego la sujetaba a su collar, primero una y luego la otra. A petición suya, encorvó la espalda y bajó la cabeza. Gritó mientras se corría, temblando de cuerpo, con las piernas rígidas. ¿Le gustaba tanto el dolor que perdió el control? —Quédate quieta hasta que te diga que te muevas —dijo mientras cerraba el agua caliente. Ella jadeó al sentir el agua fría caer sobre ella—. ¡Qué buena esclava! ¡Qué bien lo has aguantado! Ahora, el otro —le sacó el pezón de nuevo y abrió la pinza—. Ahora pon el teléfono en altavoz y luego ponlo en la cama. Abre tu coño con una mano y métete el consolador húmedo. Dime cada centímetro que entras.
“Sí señor”, dijo ella.
